Lo miré, no le hablé, simplemente me quedé observándolo. El silencio se hizo incómodo, denso, corpóreo.
Estoy seguro que se arrepintió inmediatamente de haberlo dicho. También creo que el arrepentimiento no era por lo que había dicho, sino por haberlo dicho. Después de unos instantes, continuó hablando como si nada. "Lo que pasa es que tratatábamos de mantener el grupo... Como te digo... Que no se llenara de... "
Ni siquiera completó la frase. Tal vez no hacía falta. Aunque inmediatamente se sintió obligado a oscurecer -perdón- a aclarar. "Yo no soy de discriminar... ¡Para nada!... Pero es que estaba tan bueno el grupo, que no quisimos que se convirtiera en una barra... Para eso está la (...)."
A partir de allí, se distendió, y comenzó a contarme sobre los integrantes.
"El gordo es buenísimo, un tipazo." (...)"Manejan otra guita" (...) "Creo que venden propiedades, el padre es muy importante... El no sé que hace."
"Después hay otro, no sé de donde saca tanta guita, todas las semanas va en auto distinto, cuando no lleva un BM, se aparece en un Alfa Romeo, para mí que vende merca..."
"Le decís sale tanto, y te paga, pero ni siquiera viene con nosotros, el se va en su auto, y nos vemos allá"
"Había uno que conocí en un hotel, el ingeniero... bueno, en realidad no era ingeniero (pero se hacía llamar así), ni esa era su esposa, y los pibes no eran de el."(...) "Un tipo muy divertido."
Y siguió enumerando una larga lista de personalidades selectas.
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Ya había pasado el mal momento, en el que me dijo - palabras mas, palabras menos-, que habían puesto una cuota altísima, para que no pudiera ingresar gente como yo (aunque cuenta a su favor que tuvo la delicadeza de no hacerlo explícito); y que provocara el incómodo silencio antes descripto.
Debe ser por eso que me tomó tan de sorpresa, cuando después de enumerar casi extasiado el Club House, la parrilla, el estacionamiento, el lugar privilegiado donde se encuentran las instalaciones, las minas espectaculares, las personalidades que pasaban por allí, y el alto nivel de todos y cada uno de los filibusteros que se codeaban con él en ese paraíso urbano; se quedó en silencio unos segundos, me miró y me dijo:
"Que se le va a hacer, el caso es que no pude ir más. ¡Se me habría el culo así de grande para pagar las cuotas y las cenas, y todos los gastos! ¡No sabés como lo extraño!...
Lo siento como una pérdida, una verdadera pérdida..."
Nostalgia snob la del chabón.Y una concepción condicionada de las relaciones a ciertos valores(?)ya no dudosos,sinó ciertamente chotos.Lo triste es que ese concepto permanece larvado en gran parte del colectivo social.
ResponderEliminarAbrazo
Lo que me impactó de la charla, fué que en ningún momento le pareciera una paradoja que la barrera de entrada impuesta para evitar que el grupo se llenara de gente como nosotros, terminó dejándolo afuera a él, en su percepción, la barrera, aunque lo deje afuera a él, de ninguna manera lo deja en el mismo plano que nosotros. Y que perciba el hecho de haber perdido la pertenencia al grupo como una pérdida propia, y no como una discriminación autoinfligida, o, al menos en algún momento convalidada por él mismo.
EliminarDe alguna manera, es una paráfrasis de aquel chiste de Groucho Marx: "Jamás sería socio de un club que me aceptara como tal". En este caso, sería, "Es un grupo tan bueno que de ninguma manera permitiría a gente como yo pertenecer a él"
EliminarUn abrazo
El neocorolario grouchomarxista aplica perfectamente.
ResponderEliminarAparte, uno puede ser narco, el otro no es ingeniero ni va con la jermu e hijos. ¡El tipo extraña pertenecer a una banda de rufianes, loco!
Aunque te parezca increíble, el tipo no solo me cae bién, sino que que lo considero un amigo. A la vez que puede mantener esta charla ,y ojo, que no cualquiera dice esta sarta de barbaridades delante mio (al menos si me conoce, e intuye con la respuesta con la que le puedo salir), me consta que es una persona íntegra desde su visión de la vida, desde su cosmogonía. Y eso es lo que mas me preocupa. Porque del Garca que se dice ingeniero, y presenta a una mujer que no es la suya, y a unos hijos ajenos como propios; o del otro transa, o del que no se le conoce actividad laboral alguna, pero nada en guita, uno no espera nada, ya sabe a que atenerse. Pero este es un buen tipo, preparado, profesional con un doctorado en curso. Que tenga esa escala de valores, es mas que preocupante.
ResponderEliminarPor eso venía escribiendo en las últimas entradas sobre los paradigmas. Porque el odio inculcado como conocimiento, es una de las armas mas letales con las que cuentan los garcas.
Yo fuí a la Universidad en la época donde Dawnsizing y Resizing, eran practicamente palabras del idioma usual. Frases como: "cortar la grasa y dejar solo el músculo" o "cirugía sin anestesia", eran los eufemismos que se utilizaban para dejar miles de personas en la calle sin ningún remordimiento. No se puede dejar de lado que el paradigma neoliberal corrompió (y aún corrompe) la ética profesional de miles de pibes que escuchan de sus modelos de vida, disvalores sociales profundos.
Sería mucho mas facil si el tipo fuera un Majul, un Feinman, o un Grondona, donde simplemente son hijos de puta. Este es un buen tipo con la cabeza limada por años de Universidad Privada, y formación neoliberal.
Un abrazo.
Es muy cierto. Existen paradigmas que no se cuestionan, aunque choquen de frente con la escala de valores que uno sostiene.
ResponderEliminarContribuyo con una anécdota propia: siendo más chico me pongo de novio con una chica y, la verdad, todo iba bien hasta que un día, charlando del futuro, me dijo que ella iba a pisar todas las cabezas que fueran necesarias para ascender. ¿Viste esos shocks que te bajan a tierra en un segundo? A la vez, para colmo, a la mina le dolían las injusticias. Era muy raro.
Abrazo.
A eso me refería, porque es muy facil la cosa cuando enfrente tenés a Olmedo (No al negro, sino al de campera amarilla). El tema con estas personas, a las que inclusive puedo querer,igual que vos. Pasa por la profunda desconfianza que me inspiran en este sentido: ¿Que pasaría en una situación límite como la de los 70's.? Porque hoy por hoy me da absolutamente igual, pero no es lo mismo si nos enfrentamos a una situación límite.
ResponderEliminar¿Cuántas buenas personas dijeron algo habrán hecho y miraron hacia otro lado?
Porque los hijos de puta son un puñado, grande pero un puñado al fin.
El tema son los otros, porque esos otros, son una minoría importante, e insoslayable, como mi amigo, como tu ex.
No son los asesinos los que permiten los genocidios. Ellos solo ejecutan. Los que lo permiten son una mayoría de buena gente, que, ante una situación que no pueden manejar, dejan hacer.
Los ambiciosos sin límite, los trepadores sin escrúpulos, los caretas, los apolíticos sin profundas convicciones éticas, los cobardes, los que creen que el sentido común brota del éter, la opinión pública guiada a control remoto.
Y, a la larga son los que hoy te dicen yo no tuve nada que ver, yo no me metía en nada raro.
Recuerdo tus últimos posteos, y me viene a la memoria una frase que decía algo así como: "Para que el mal triunfe, basta con que la gente de bién no haga nada"