martes, 9 de noviembre de 2010

Monstruo

Me cuesta encasillar a Massera como un monstruo.
Como ávido lector, tengo muy presente a los monstruos de la literatura, y soy un admirador de historias como Fránkenstain o Drácula, a las que siempre he encasillado como terribles historias de amor, de personajes torturados, y, en los cuales la maldad, tiene su origen o su clímax en la imposibilidad de realizar su amor. Obviamente en esa acepción de la palabra, el tipo no encaja.
Otro de los significados asociados a la palabra es el de un ser que difiere de forma notable de los de su especie, con lo cual se aplica a los deformes o siameses, los cuales me inspiran dolor y ternura, cosa que de ninguna manera me pasa con él.
También se le aplica a alguien demasiado grande o feo, lo cual además de ser discriminatorio, no creo que me deje en un buen lugar si hacemos la comparación, que el turro tenía los dientes derechitos tenía.
Por último quedarían dos acepciones positivas, referidas a algo grandioso o a alguien único. El Diego subido a la Torre Eiffel serían un monstruo de la redonda sobre un monstruo de hierro. Por ahí sí que no podemos ni aproximarnos al engendro. Y una más.
La que se refiere a una persona muy cruel o malvada.
Y por eso no puedo verlo como un monstruo.

Las 5 primeras porque no tienen nada que ver con el, y la última porque se queda corta.
Porque mas que parecido a los tipos malos o crueles que conozco, lo veo parecido al concepto mismo de la maldad y de la crueldad.
Porque alguien que se pasó la vida formándose como soldado, para defender a su nación, no puede contar como mayor acto de servicio el secuestro de 3 viejitas a la salida de una iglesia, y después de 6 meses de cautiverio y tortura, subirlas a un avión y tirarlas vivas al río.

Porque alguien que está en el poder, no puede utilizarlo para salir en su yate de paseo con el marido de su amante y volver sin el.
Porque el que manda no puede robar bebés, crear monstruosos campos de concentración, secuestrar gente para robarles su fortuna, torturar y matar a discreción.
Eso no es ser malo. Eso es la maldad en estado puro.

Por eso no puedo decir que ayer se murió un monstruo, pero estoy total y absolutamente convencido que a partir de ayer hay menos maldad en el mundo.
Y que el mundo, a partir de hoy es un mejor lugar para vivir.

lunes, 8 de noviembre de 2010

La censura no existe

Estoy mirando 678, de pronto comienza un informe sobre la SIP, Sociedad Interamericana de Prensa, que fuera creada en la tristemente celebre Cuba de Fulgencio Batista, (y hoy es permanente citada en la tapa del monopolio mediático Clarín, uno de sus secuaces), cuando de repente se queda la pantalla totalmente celeste y sin sonido.
Uno podría pensar en casualidades, si no fuera uno de los seguidores del programa, que ha notado que los que tienen cable no ven lo mismo que los que lo vemos por la antena de canal 7.
Y uno no puede dejar de recordar aquel poema que musicalizara Baglietto y que decía algo así como
La censura no existe mi amor, la censura no existe
La censura no existe mi amor, la censura no
La censura no existe mi amor, la censura
La censura no existe mi amor, la
La censura no existe mi amor
La censura no existe mi
La censura no existe
La censura no
La censura
La
...

Y es bravo, porque si se acalla la voz de este periodismo (de barricada, sí, pero necesario), los que no leemos los diarios de la dictadura y sus seguidores, no nos enteraríamos de las tristísimas declaraciones de Alfonsín hijo, sobre la capitalización política del duelo, que mas que un análisis es una confesión de la propia estrategia. Y los que no miramos a Majul y otros mamarrachos mediáticos, no sabríamos que fué a un programa con la ropa de su padre, lo que lo pinta de cuerpo entero, aunque la envoltura sea ajena. Y los que ven solo los diarios, o solo la tele, no podrían asociar ambas cosas.

Pero como miramos 678 , habitualmente entero por la repetidora y hoy censurado en casa ajena y por cable, podemos enviarle este mensaje a Ricardito Alfonsín :
No intentes capitalizar políticamente del duelo poniéndote la ropa de tu viejo, cualquiera que te ve se da cuenta que esas pilchas te quedan grande.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Solo una cuestión de suerte

Hace unos días escuchaba a un comentarista político explicar que la bonanza económica de estos tiempos se debía al "viento de cola" que empujaba la economía a partir de la demanda de soja de China e India.
Según él este episodio externo ajeno a las políticas gubernamentales explicaba el devenir de la economía en los últimos años, y, no conforme con esta brillante explicación, proseguía analizando cómo y de que manera el gobierno dilapidaba toda esta bonanza, con la ineptitud de quién se protege con un paraguas de la lluvia de maná, o se hace un pucherito con la gallina de los huevos de oro.
Debo reconocer que ya sea por la genial argumentación o por las mil veces que escuché repetir el argumento (¿como era el apellido de aquel asesor de propaganda de Hitler?) terminé por convencerme.
Parece ser que después de décadas de malísima suerte, durante las cuales (oh!! casualidad!!) se hacía todo bien, justo viene a darse vuelta la taba en estos últimos años donde (vaya destino!!)  se está haciendo todo mal.
Pero no os desesperéis argentinos, que ni bien tengamos la posibilidad tirar a este gobierno por la ventana (Macri dixit) volveremos a la senda de la cual jamás debimos apartarnos, y la persona mas famosa del gobierno volverá a ser el ministro de economía ¿como es el apellido del actual ministro de economía?, y pararemos en seco con el derroche de los recursos del estado en estupideces como sueldos negociados en paritarias, jubilaciones incrementadas y "regaladas" a quienes no aportaron, retorno de científicos al país, asignaciones por hijo, fútbol para todos, fabricación y exportación de radares, plantas de energía atómica y alta biotecnología y tantísimos ejemplos más del derroche del dinero de todos.
Si esto llegara a coincidir con el alejamiento del proyecto latinoamericanista, la salida del país del G 20, la pérdida de la conducción del G 78, obviamente será pura coincidencia.
Así como la vuelta a la supervisión de la economía por el FMI, que tantas alegrías nos diera en el pasado, y al que podríamos volver simplemente volviendo a "enfriar" la economía, realizando el correspondiente "ajuste" después de cada visita de sus "especialistas", abandonando todo "proteccionismo" que impida el libre desenvolvimiento de la ley de la demanda, teniendo por bandera al mercado, fuente de toda razón y justicia.
Claro que si en medio de este proceso de "racionalización" e "ingreso pleno al mundo", surgieran inconvenientes como quiebra de empresas, aumento de la desocupación, emigración de las mentes mas brillantes, explosión de la pobreza y tantas otras casualidades posibles, estas serán debidas a tremendas crisis internacionales como el "efecto tequila", el "efecto caipiriña", el "efecto tereré" o cualquier coletazo de crisis ajenas, que por obra de la indetenible globalización y la falta total de suerte de los gobiernos responsables nos golpean donde mas nos duele.
No como a estos zurdazos culones que no les toca ni una miserable crisis internacional, ni regional, ni zonal siquiera.
Tanto pensar esta hipotética situación me hace acordar a la historia de Rebeca.
El marido enfermo le habla amorosamente a Rebeca.
-Vieja ¿te acordás cuando me fundí y vos estuviste a mi lado?
Emocionada la esposa le toma la mano y le dice -Si viejito.
-¿Y cuando tuve el accidente y vos estuviste a mi lado?
y Rebeca le toma la mano -Si viejito.
-¿Y cuando fallecieron mis viejos y vos me acompañaste?
-Si viejito.
-Rebeca
-Si viejo
-¿Por que no te vas a la mierda, vieja mufa o me querés matar?
Conclusión:
¡A esos turros  no hay que votarlos ni en pedo porque además de gobernar como el culo traen mala suerte!