martes, 8 de noviembre de 2011

El Idiota




Buenos Aires, crónica de un derrumbe anunciado

La palabra "idiota" proviene del griego "idiotes" para referirse a aquel que no se ocupaba de los asuntos públicos, sino sólo de sus intereses privados. La raiz  "idio"  significa propio.
Tan importante era lo público para esta cultura, que la máxima pena que se podía aplicar a un ciudadano en relación a su vida social, era condenarlo al exilio, como forma de impedirle participar de la vida pública.
Cada cierto tiempo, se hacía una elección, donde los ciudadanos votaban quién debía ser condenado al exilio, anotando el nombre de la persona que les parecía merecedora de recibir ese castigo,en una teja con forma de ostra, el que mas votos tenía era condenado al "ostracismo", lo que lo convertía, de hecho, en un idiota.

Ha pasado mucho tiempo, pero esas palabras llegaron hasta nuestra época.
Si bién fueron adquiriendo nuevas asepciones a través de los tiempos, por lo que hoy, para ninguno de los dos términos éste es el principal significado.


Lo que está sucediendo en la CABA, no es casualidad. De hecho es bastante normal que se produzcan situaciones anormales, si se pone lo público en manos de un idiota.
Los derrumbes individuales, son aterradoras metáforas del derrumbe colectivo.
Y, si el Idiota se alegra de que sólamente haya habido un muerto es porque sabe que la sacó barata, porque un solo muerto cabe en la alfombra bajo la que Clarín, La Nación, Perfil y Libre, barren toda la basura de su gobierno.

Alguna vez sostuve, que si el cigarrillo, en vez de cáncer provocara muerte súbita, no habría tantos fumadores.
Una cosa es ver morir a alguien que dejó de fumar hace años, que verlo encender un pucho y quedarse seco allí mismo.
El neoliberalismo es como el cáncer, sus efectos son letales pero lentos.
Hacen difícil la plena identificación de la causa y el efecto.

Pero esta historia ya la vimos.
Es hora de que vayamos aprendiendo.
El abandono de la cosa pública de hoy, es causa de las desgracias de mañana.
Los muertos de hoy, dependen de las desiciones de ayer.
Por eso no se limiten a buscar la causa del derrumbe en los días próximos pasados.
Eso sería disociar la causa y el efecto.
Eso sería aislar este derrumbe de los otros derrumbes. 

En la antigua Grecia, no estaba bién visto ser idiota.
Solía condenarse al idiota al ostracismo.
En la moderna CABA se lo reelige como Jefe de Gobierno.

Buenos Aires comenzó a derrumbarse en el 2007.

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