viernes, 23 de marzo de 2012

Licencia para engañar

He escuchado mas de una vez aquello de que la estadística es la ciencia que, habiendo dos personas en una isla, si una de ellas come dos pollos y otra ninguno, nos permite afirmar que el consumo de pollo en la misma es de un pollo por cabeza.
No seré yo quien ponga en duda tal afirmación, pero lo que no aclaran los cráneos que afirman tales perogrulladas (por no poner pelotudeces, que queda tan feo) es : ¿Para que querríamos en una isla habitada por dos personas, realizar una estadística de consumo de pollo per cápita?
Las herramientas son nada mas que eso: herramientas.
Un cuchillo no es una herramienta mala ni defectuosa. Cuando alguien la utiliza para hacerle un hombligo contra natura a otro, el que está haciendo algo malo es el que lo empuña, no el cuchillo.
La propia definición de estadística, habla de grandes conjuntos de datos numéricos.
Si tenemos la posibilidad de ir a preguntarle a cada uno cuántos pollos comió ¿Para que necesitamos la estadística?
Cualquiera que esté acostumbrado a hacer el asadito de los domingos, sabe que es muy difícil calcular con exactitud la cantidad necesaria para que coman dos personas. Se puede llegar a cometer errores de hasta un 50 % en la cantidad de carne, lo que obliga a comprar en exceso para cubrirse. 
Pero, también sabe que en un asado  para 100 personas, se puede comprar con total tranquilidad 1/2 kg por persona, y, en caso de servir una porción de chorizo, casi con seguridad tendremos un sobrante equivalente al peso del chorizo.
Esto sucede, porque en una distribución normal, los excesos se compensarán con los defectos (los que coman mas de medio kg, se compensarán con los que coman menos de medio kg, acercando cada vez mas el promedio a esta cantidad) lo que de ninguna manera quiere decir que los consumos individuales sean cercanos a esa cantidad.
El caso es que, no se trata solo de leer o usar estadísticas, sino de entender que es lo que estamos haciendo. La herramienta es útil, pero mal utilizada, o usada intencionadamente para llevar al lector a una idea equivocada, puede dar un marco de credibilidad a una lisa y llana mentira.
Las estadísticas, como cualquier otra herramienta pueden servirnos o no en un caso particular, pero lo que no se puede hacer con ellas, es descontextualizar los datos, tomarlos en forma sesgada, o considerar los datos que nos dan la razón como válidos y los que nos desmienten como falsos.
Los datos estadísticos, usados arbitrariamente por operadores mediáticos para falsear las noticias, son una licencia para engañar.

4 comentarios:

  1. Lo del ejemplo del cuchillo, es como cuando dicen no comas "esto" qe engorda. El qe engorda es el qe lo come, es uno. Y con respecto a las estadisticas, en general , creo qe son un revoleo de numeros, son datos abstractos. Ponele, en ARG hay x% de pobreza. Si estas en esa condicion, terminas siendo un "numerito" de la lengua periodistica. Al igual qe cuando dicen el PBI crecio tanto, el superavit, son numeros abstractos qe no se si le cambian positivamente la vida a las personas, mas qe a las qe estan en esa area especifica.

    Compañero, lo invito a pasar por mi blog cuando pueda. Saludos

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    1. Es que como herramienta, la estadística es la única herramienta de que disponemos para medir las evoluciones de las variables importantes a través del tiempo. Son el basamento de la ciencia social. Sin estadísticas, solo queda la cháchara de los charlatanes. No es ni buena ni mala, es indispensable. Por eso debemos cuidarnos de aquellos que las utilizan vilmente.

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    2. Suelo entrar a "El mundo del revés" Un abrazo

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  2. El manejo de las estadísticas es para emitir un diagnóstico o pronóstico para proceder en consonancia a proyectar las acciones a futuro.Lo que reálmente jode son las interpretaciones sesgadas,descontextualizadas,o que los datos sean falsos,incompletos o ambiguos.
    La subjetividad del emisor de la interpretación es clave,junto con la capacidad de fiabilidad que el resto del colectivo deposite en este.
    A Yrigoyen le hacían un diario para el solo.
    Ya sabemos que pàsó el 6 de septiembre de 1930.
    Nos garcaron los que manejaban las estadísticas de verdad,ocultadas al pueblo.

    Un Abrazo

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