lunes, 28 de febrero de 2011

¿Por que no estamos asistiendo al ocaso del modelo?

Los procesos políticos tienen una duración limitada. En democracia o en dictadura, las diferentes políticas nacen con fecha de vencimiento. Para comprender el por qué de esto, podemos analizarlo en tanto paradigma. Un grupo de ideas, que conforman un sistema, logran imponerse, básicamente porque superan a un sistema anterior, que llegado al límite de soluciones que puede ofrecer, empieza a evidenciar cuales son los problemas que jamás podrá abordar. El nuevo sistema, que ya da por hecho los logros del anterior, contiene algún enfoque novedoso, que permite solucionar cuestiones a las cuales el propio planteo del sistema anterior impedía encarar. Claro que en su ventaja comparativa, anida el germen de su futura limitación. El camino elegido, implica, por fuerza desechar otros caminos. Alguno de los cuales, estará llamado a solucionar los problemas que serán insolubles para el nuevo paradigma. Este proceso, fundamental para explicar el incontenible avance de la ciencia y de la técnica en los últimos siglos, es en parte (y sólo en parte) trasladable a la política
Un proceso político, se inicia cuando la sociedad, se vuelve permeable a una propuesta, que promete solucionar unos problemas que han llegado a volverse prioritarios para la mayoría de la población votante. Por lo general, son problemas preexistentes desde hace mucho tiempo, y, que a fuerza de ser ignorados, o encarados de una forma ineficiente, han sido catapultados a  la cima de lo que espera el grueso de la sociedad.(Es obvio, que el proceso no es aséptico, ya que se encuentra contaminado por intereses varios que mediante su poder de lobby van posicionando estos temas en el imaginario popular).
El caso es que un grupo determinado llega al poder, prometiendo llevar esta tensión insoportable a un estado aceptable.
A partir de allí pueden suceder dos cosas:
a) La política desarrollada por la flamante dirigencia soluciona o encuentra un "estado de equilibrio aceptable" para los principales problemas .
b) La solución prometida nunca llega.
Está claro que si sucede b) (y los grupos de poder que instalaron el problema entre las necesidades imperiosas de la sociedad no dejan de ejercer presión sobre ésta) el proyecto entero se vuelve inviable. En la primera oportunidad que tenga, la sociedad se desembarazará de esta propuesta fallida.
Lo verdaderamente interesante ocurre si sucede a), o sea , si los recién llegados logran llevar el estado de cosas a un nivel "aceptable"
Todo parecería indicar que el sistema se estabilizaría por un largo tiempo, pero no es así.
Los viejos problemas que antes parecían ocupar el centro de la atención de las mayorías, una vez que dejan de generar tensión, son rápidamente asimilados como cosa resuelta. Las soluciones que en lo individual se obtienen gracias a esta resolución, por una cuestión natural de atribuir los fracasos a terceros, y las victorias a uno mismo, pasan a ser consideradas éxitos propios, antes que resultantes de un nuevo estado de cosas. Los factores de poder que fogoneaban la presencia del tema en el "candelero", (una vez obtenida la ventaja buscada), simplemente buscan un nuevo tema para presionar.
 Por otra parte, los perjudicados por el nuevo estado de las cosas, se reagrupan, y organizan la contraofensiva. Los desplazados del poder toman como propios los nuevos reclamos, los factores de poder encuentran de qué manera podrían beneficiarse con los nuevos reclamos, y el ciclo se retroalimenta.Todo este proceso se produce habitualmente en menos de 10 años.
Si esto es así ¿Por qué no estamos asistiendo a la desaparición del modelo actual?
Por ahora, lo dejamos para que cada uno lo analice por su cuenta. En una próxima entrada intentaré dar una posible respuesta a este interrogante. Mientras tanto queda abierto el debate.

sábado, 26 de febrero de 2011

Un cuento minimacrista

Mauricio es tan insignificante, que de no haber sido el hijo de Macri, nadie le habría prestado suficiente atención como para darse cuenta de ello. Fin.

viernes, 18 de febrero de 2011

Manual de Mitología Porteña


Es sabido que Bueno Aires tuvo una fundación mítica,  en la cual, según Borges,  Don Juan Díaz fue anfitrión y primer plato de la recepción. Lo que no es tan conocido, es que también tiene toda una mitología propia. La misma fue recopilada, con mucho esfuerzo y a través del tiempo, por cronistas que, desconocedores del dialecto porteño llamado “lunfardo” fueron armando cual rompecabezas las historias de los  héroes porteños. Ignorantes del argot porteño y de su música llamada Tango brindamos  a continuación lo que hemos podido recopilar, no sin esfuerzo de esta antigua cultura.

El Mito de Ssandraca

Aparentemente, abría sido un jugador de polo quien loco de amor por Ssandraca, le dio el don de la profecía a cambio de entregarse a el. Al descubrir que ya estaba totalmente entregada a corneta  enloqueció de celos, y, como es usual en otras mitologías, intentó escupirle la boca para quitarle el don de la persuasión. La mala fortuna, el viento y la distancia, o simplemente el culo, hicieron que la escupida se desviara y fuera a darle en lo ojos, eliminándole en el acto el don de la percepción de la realidad.
Triste destino el de una pitonisa cuyas visiones son fayutas.
Este mito, fue originalmente atribuido a un poeta porteño llamado Homero, pero nuestras investigaciones nos llevan hasta unos antiguos versos que compartimos con ustedes.

Aflojá a la Hesperidina.
 (1930)

Sosegate que ya es tiempo de archivar tus ilusiones,
dedicate a balconearla que pa' vos ya se acabó
y es muy triste eso de verte espantando a la gilada
anunciando un terremoto, un tsunami, una explosión.

No hay que hacerle, ya estás vieja, recorriendo los programas
hacés gracia con tus locos bloopers por televisión.
Ni te miran los muchachos y si alguno a vos te habla
es pa' ofrecerte un consejo y recomendarte un doctor.

Qué querés, Ssarcandra, ya note dan bola.
Son tantas macanas que encima llevás.
Junto a la cordura que fugó del mate
se te fue la poca credibilidad.

Dejá lo augurios para los profetas
Esos platos fuertes no  son para vos.
Piantá de TN, andate a la cama,
Si no Necodata la toma con vos.

Denunciaste a Fuerza Bruta de organizar un velorio
Y al muerto de Juntar armas para llegar al poder
que ejercía legalmente por ganar las elecciones.
Y a la viuda por el duelo y a Milagro por hacer

casas para los sin techo, con servicios y pileta
Amenazaste y cumpliste de la manera mas ruin
Con dejar sin presupuesto a un gobierno en democracia
Y apoyaste apropiadores y defendiste a Clarín.

                 (El tango original es "Enfundá la mandolina" de José Zubiría Mansilla)

sábado, 12 de febrero de 2011

De Sarmiento al Momo, el bicentenario de un desprecio

Me crié en una época donde se reivindicaba desde el peronismo el vector San Martín - Rosas - Perón, como continuidad histórica. Peronista desde la cuna, Sanmartiniano por formación escolar, era de esperarse que las alusiones a Rosas como "el tirano sangriento" provocaran en mi idealismo infantil, alguna efervescencia.
Se podría decir que un incipiente revisionismo histórico, me costó en 5º grado, además de llevar conducta regular en el boletín (por interferir en las clases de mi maestra, hija de una historiadora y de un militar, y esposa de un militar), la posibilidad de ser abanderado o escolta en mi colegio (por aquellos años, en plena dictadura, tener un librepensador agnóstico de 10 años era un hecho desagradable que a ninguna escuela le hubiera gustado destacar, y a la mía menos).
Podría decirse que allí culminó mi interés por la educación formal, a pesar de haber agonizado dentro de ella por muchísimos años y de ambos lados del mostrador.
A esta altura, no hace falta mucha imaginación para entender mi relación particular con Sarmiento.

Pasarían mas de 20 años hasta que me dignara a leer Facundo.
Despreciaba a ese personaje, al que sólo había leído indirectamente, a través de la pluma del Maestro Jauretche.
Ni siquiera imaginaba antes de eso, que la lectura de ese panfleto mendaz y advenedizo, me llevaría a repensar mi forma de seleccionar mis lecturas. Permitiéndome releer a Borges, y a tantos otros caminantes de la vereda de enfrente. (En realidad "las veredas de enfrente").
Porque en ese libro panfletario, mentiroso y malintencionado, anidaba la mejor literatura de su siglo.
Descubrí en Sarmiento a un enemigo. Pero no a un enemigo cualquiera. Un enemigo pensante y con grandes convicciones. Un perseguidor de utopías diferentes a las mías. Un enemigo trascendente.
Tan lejano del genocida y ladrón de Roca (Un pre-menemista) y del garca y estúpido de Mitre (Una versión leída de Mauricio), como podría estarlo Perón del traidor y del pibe.
El caso es que mi admiración por su arte, no me acercó ni un poquito a su persona. Porque mi problema con Domingo Faustino no era literario, sino ideológico.
Dice Sarmiento:
"Se nos habla de gauchos... La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos".  Carta de Sarmiento a Mitre del 20/09/1861.  "Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? ¿Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer". Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13/09/1859.  "En las provincias viven animales bípedos de tan perversa condición que no sé qué se obtenga con tratarlos mejor". Informe a Mitre de 1863. 
Que importa lo bien que hilvanara las palabras. ¡Era un reverendo hijo de mil putas! Sarmiento ha muerto, pero su pensamiento sigue vivo.
Ya nadie recuerda a Roca, Ni siquiera "La Nación" pregona la palabra de Mitre, pero el pensamiento vivo de Sarmiento, sigue influenciando a gran parte de la parasitaria clase alta argentina, y a sus sirvientes y sicarios. El vector Sarmiento-Sociedad Rural expresa una continuidad histórica.Pero los tiempos han cambiado. Y hubo que cambiar los métodos, porque se habían vuelto inviables.

“Fue tal el terror que sembramos en toda esa gente con éstos y otros medios (establecimos en varios puntos depósitos de armas y municiones, encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración; algunas bandas de soldados armados recorrían de noche las calles de la ciudad acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros) que el 29 triunfamos sin oposición" D.F.S.

Pero la esencia es la misma

“El miedo es una enfermedad endémica en este pueblo;esta es la gran palanca con la que siempre se gobernará a los porteños;manejada hábilmente, producirá infaliblemente los mejores resultados”D.F.Sarmiento

Claro que para eso necesitarán aliados, y allí entran en escena Clarín y el Momo.Uno para difundir las mentiras que los respalden y contribuyan a generar el miedo (como con los 20 extranjeros, como en Facundo). El otro para contribuir arteramente y desde adentro a desarticular cualquier intento de rebelión. No es casualidad, que interrogado acerca del trabajo esclavo, Venegas haya contestado "no tengo nada que decir" Tampoco es casual, que el representante de los oprimidos y esclavizados trabajadores rurales (barbarie), se dedique a construir complejos de aguas termales en la costa atlántica (civilización) sin decir esta boca es mía.Es que, compartiendo su origen humilde y habiendo nacido en el interior, Sarmiento  y Venegas comparten un profundo desprecio a los humildes y a los provincianos.  Uno lo expresa a viva voz: "Tengo odio a la barbarie popular... La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil...¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad?.... Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas". Carta de Sarmiento a Mitre del 24/09/1861.   Otro simplemente a través de sus hechos:El 11/02/2011, el "Momo" Venegas es detenido e imputado  en la causa de la mafia de los medicamentos.En esta causa se investiga desde la facturación de estudios de alta complejidad no realizados, hasta la adulteración de medicamentos oncológicos.A Benegas se le imputa específicamente: Haber entregado en su obra social OSPRERA , medicamentos adulterados a pacientes con s.i.d.a.Pertenecer a una organización especializada en vender remedios adulterados, vencidos y robados y distribuir troqueles falsificados.(Los que llegarían a sus afiliados a través de la obra social)
Fabricar expedientes truchos para pedir subsidios destinados a tratamientos costosos para enfermedades como cáncer, hemofilia y VIH.

¿Cuanto desprecio puede tener alguien por la vida del otro para hacerle creer que está tomando una cura para su terrible enfermedad cuando en realidad vendió el remedio en otro lado y lo reemplazó por aspirina, o talco, o agua con azúcar?
¿Es que los empleados rurales son como decía Sarmiento "bípedos de tan perversa condición que no se que se obtenga con tratarlos mejor"?
O como dice el h.d.puta-do Olmedo sobre sus esclavos: - "¡Si están mejor que en sus casas!". Lo que no comprende es que con esa frase está confesando que nadie que trabaje para el en condiciones de reducción a la servidumbre, podrá lograr en su vida tener una casa digna, en la cual mantener dignamente a su familia.
Mientras tanto, el adulterador de medicamentos para el sida hace mutis por el foro. Deposita medio millón de pesos de los peones rurales como fianza, y se va sonriente a darse un baño en su spa de aguas termales, mientras en su cabeza recuerde vagamente cuando de niño cantaba en la escuela :

¡Honor y gratitud al gran Sarmiento!
¡Honor y gratitud, y gratitud!


¡Gloria y loor! ¡Honra sin par
para el grande entre los grandes,
Padre del aula, Sarmiento inmortal!
¡Gloria y loor! ¡Honra sin par!






sábado, 5 de febrero de 2011

Carta abierta de un trabajador del Teatro Colón

Lo que sigue está bajado de Habitués del Teatro Colón

Posted by habitués en febrero 3, 2011
Carta abierta de un trabajador del Teatro Colón, de las penurias e injusticias que padecen.
Esto solo pretende ser el testimonio veraz de un simple trabajador que no relega sus derechos como tal. Tan solo me voy a limitar a relatar, desde la “reapertura” en adelante y uno que otro suceso, no muy lejano.
Como es de público conocimiento, se reiniciaría la reapertura con un teatro en óptimas condiciones laborales, con medidas de seguridad, reglamento de trabajo, corrimientos de categorías adeudadas y sueldos acordes a las tareas que cada cuerpo merece, de acuerdo a su profesionalidad. De eso nada se cumplió, pero no obstante los trabajadores le pusimos garra y empeño y salimos al ruedo, con las falsas promesas de recomponerlo a brevedad.
La obra elegida para tal ocasión, fue la opera “La Boheme”, que como reggista invitado le fuese ofrecido al maestro Hugo de Ana, el cual aceptó, ya que en su oportunidad fue personal de la casa y goza de una exitosa trayectoria en todo el mundo.
Hasta ahí estaba todo bien; el 6 de enero de 2010 se efectuó la primer reunión con los sectores involucrados en la puesta.
EI primer desatino de este buen señor, comenzó con esbozar a los presentes, director escenotecnico, coordinadores, jefes y supervisores de dichas áreas; que estábamos muy vagos y faltos de adiestramiento, lo cual ciertamente podía ser real: No por elección del personal, sino a mi entender, por la mala política implementada. Debido a la ineficacia de sus autoridades, en los años del receso y por “la restauración”. Pero, como dije inmediatamente: “era cuestión de poner el engranaje en marcha, ya que el material humano, lo tenia y que era el tesoro más preciado con el que él contaba”. No obstante insistió en denostar el material humano y escénico con el que se topaba, llegando a decir que era todo “materia fecal” por decirlo elegantemente, de mi parte.
Dentro de mis facultades y ante el ímpetu que me caracteriza en lo laboral, comencé a efectuar algunas preguntas, tal vez, desde mi “ignorancia”. A medida que hacia su relato de situación de la obra, que seria en el año 1920 en Paris (Francia), como lo soñó el autor. Dentro de las preguntas que formulé (las cuales no tuvieron buena acogida), tal vez por incisivas y molestas, para un reggista de la monta de “de Ana”, de las cuales, puedo destacar las siguientes:
  1. Hubo una síntesis de cómo seria la buhardilla, en la cual coligarían unos cables eléctricos y como se me presentó una duda, le comento, que si en un lugar tan pobre, como esa habitación, podría haber luz eléctrica. La respuesta fue contundente ¡claro que si!. Desde luego que sí, pensé yo, pero solo la poseerían, los aristócratas y la industria, se me ocurrió y no cuatro bohemios, casi en condiciones cuasi indigentes.
  2. En el segundo acto “café Momus”, por la calle debería circular un bus y un automóvil voiutture de la época, reales. Los cuales serian buscados para su alquiler, lo cual objete, aduciendo que en mi sección se los podían realizar. Desestimando, lógicamente, mi propuesta.
  3. Avanzada ya la reunión y al notar que era evidente que se iba a “tirar manteca al techo” y no escatimar en gastos. Le pregunto a la Sra. Directora escenotécnica que de producirse horas extraordinarias de trabajo. Cual sería la metodología a emplear por los directivos para abonarlas. Puesto que la reinauguración se llevaría a cabo el 25 de mayo, el cual era un día festivo para todos los argentinos y no estábamos obligados a trabajar y el teatro, había en los últimos tiempos adoptado la modalidad de pagar con días francos, en vez de dinero por tal tipo de prestaciones extraordinarias.
La contestación fue, por parte de la directora escenotécnica de que no era el momento para plantearlo y menos delante del reggista. El momento llegó, a la brevedad y a una semana del estreno, o sea, cuatro meses después, recién, se nos hizo una propuesta. Que manera de especular con el bolsillo y el derecho de los trabajadores.
De esa reunión, también, se desprendió la necesidad de utilizar un tul de embocadura para proyección. El teatro contaba con uno, pero en malas condiciones, vetusto y algo deteriorado. Este señor argumentó, que mandaría a realizar no uno, sino dos a Alemania, único lugar en el mundo, en que se lo podía fabricar en una soja pieza, ya que él, por su “fama” en Europa tenia los contactos.
Este, debería estar confeccionado en una sola pieza, de acuerdo al tamaño de la embocadura de nuestro coliseo. Una actitud muy loable y comprensible, a no ser, que en las postrimerías del estreno, cuando este material llegó, no era lo esperado puesto que, cuando se empezó a colgar, se notó de sobremanera, que tenia cuatro costuras verticales, lo cual distorsionaría la proyección a efectuar; por lo tanto no se pudo utilizar y tuvimos que reacondicionar el antiguo, viejo y deteriorado existente. Que manera de desperdiciar dinero, ¿no?.
Otro elemento que fue mandado a construir fuera del teatro y en forma particular fue toda la estructura metálica del 1º y 4º actos y la marquesina del 2º acto, que lo realizó una empresa metalúrgica del cono urbano (Florencio Varela) a vaya a saber a que costo. Cuando hay en el teatro una sección (Mecánica escénica) con gente capacitada para tal menester y que fuese desarticulada por el director general y reingresada como otras tantas, por la justicia, mediante una acción cautelar, costeada por el propio personal. O sea, que se pagaban los sueldos, pero de igual manera se tercerizó y se malversó una vez más el presupuesto del teatro y el dinero de los contribuyentes.
Una de las tantas pugnas que tenemos los trabajadores del teatro, es que las reglas de juego y “Modus Operandi” de la institución, las debería fijar el propio teatro y no un reggista invitado o contratado y no darle carta blanca, para que haga y deshaga a su antojo. Seria la forma más preciada de festejar el bicentenario de la Patria, demostrando que dejamos de ser Colonia y que tenemos identidad propia y carácter nacionalista.
Avanzados, los ensayos en el centro de exposiciones donde el teatro tenia sede, hasta tomar posesión del teatro, nos encontramos con una inesperada sorpresa en contra del “coro de niños”, el cual fue maltratado y discriminado por parte del reggista. Situación que llevo a efectuar la denuncia correspondiente en el INADI.
Estando ensayando al piano, el segundo acto, el reggista, solicita a la sección utilería jarras de cerveza, entonces como supervisor de dicha área me apersono y le pregunto: “Maestro, que tipo de jarras” y la respuesta fue “jarras de cerveza” a lo cual contesto: “Muy bien maestro”. Estaban “in sittus” el director general y la directora escenotécnica. Ante esta desagradable respuesta, me retiro y me dirijo a uno de nuestro depósitos existentes en el lugar, en donde tenemos cristalería y tomo una jarra (tipo de agua) y un chopp y producido un descanso en el ensayo se los muestro y le digo cual de estos dos elementos puede servirle como jarras de cerveza y me responde gritando: “He dicho jarras de cerveza”, entonces, me sentí vapuleado y le respondí que: “Cuales eran los elementos que entonces quería. Si eran un chopp, un balón, un imperial, un tanque o un sapo”, como para que notase que no hablaba con un neófito. A lo cual terminó por decirme, que me remitiera a los afiches de Monnet del año 1920 y tuvo como respuesta de mi parte que ”Yo, no tenia porque remitirme a ningún sitio, porque para eso él tenia asignados asistentes y un ambientador para tal efecto.
En la misma sede ensayando parte del primer acto al piano “La buhardilla” ejecutada por un maestro interno, aparentemente nuevo en el teatro; tuvo el infortunio de ejecutar la partitura en un tiempo, que al reggista no le agradó. Acción que le costó la reprimenda y en tono de sorna le pregunto: “De donde era”, a lo cual el maestro de contestó: “De Río Negro”, diciéndole “de Ana”: “A claro, por eso toca tan lento, por el frío”. En ese momento los obsecuentes de siempre, festejaron tal ironía. Demás esta decir, que a ese maestro no se lo vio nunca mas en los ensayos, ni en el teatro.
Cuando los vehículos solicitados fueron alquilados, al margen de no ser de la época y pagar por el bus del año 1935 $1500 por cada día de ensayo. Les fueron adjudicados a utilería, a pesar de no ser elementos de utilería, ya que eran reales, funcionaban y tenían chofer, lo cual objeté y por lo cual fui intimado a hacerlo inmediatamente y a pesar de que no puedo efectuar fuerza, por una lesión lumbar que padezco; a través, de la directora escenotécnica, so pena de sancionarme. Digo yo: un director escenotecnico que se precie de tal, no debería haber intercedido, para llegar a un arreglo entre las secciones del escenario, para moverlo en colaboración, máxime teniendo en cuenta que la sección utilería; en el momento del movimiento de los vehículos tenia que tener prestos, múltiples elementos como ser 8 mesas servidas, 23 sillas Thonnet, platos con alimentos, botellas, vasos, cubiertos, bandejas y a la vez recibir carros de vendedores.
Cabe destacar que el clima (temperatura interior del teatro) comenzaba a ser crudo; por el avecinamiento de la temporada invernal, puesto que el sistema de calefacción, aún no funcionaba. Llegando algunos músicos a tener que tocar con sobretodo y al margen del efecto rebote, que causa en algunos instrumentos. Porque estimado público el final de obra del teatro Colón aún no existe. A Uds., a la opinión publica y a la prensa solo se les ha mostrado “la cáscara del huevo” y no “la yema y la clara”. No obstante tuvieron la dignidad de alquilar o comprar (no lo sé a ciencia exacta) unos equipos calefactores de 10 CV trifásicos y portátiles, los cuales hacían saltar el ineficiente sistema de llaves térmicas y, aún así, no cumplía con las expectativas.
Mi sección tomó posesión del escenario del teatro el día 14 de mayo, el cual estaba por demás invadido de polvillo y residuos, muy a pesar de haber una empresa de limpieza tercerizada. Situación que inmediatamente percibió el reggista, junto con el director general, a lo cual De Ana, estando yo presente, le dice a Caffi: “Oye manda a limpiar esto inmediatamente o de lo contrario, lo limpio yo con mi casaca o me mejor dame tu camisa, que es un trapo”. Demás esta decir que el director general, ante tal agravio, ni se inmutó, ni se sintió ofendido, ni le puso los puntos a este buen señor.
Después de un ensayo en escena con coro, solistas y orquesta, hubo un inconveniente con un monitor plasma de la sección audio y video a lo cual el reggista vino al escenario “como una tromba” y comenzó a insultar, denigrar y denostar al encargado de dicha sección, diciéndole: que eran unos inútiles y que el teatro se iba a cerrar por la culpa de sus trabajadores que no sabían trabajar. Siendo que esos monitores los habían colocado y en esa posición la empresa de mantenimiento tercerizada.
Producido el estreno y a la segunda representación de la obra en boga, terminado el primer acto se plantó el telón de cierre y dejó de funcionar a causa de un cortocircuito en una de las plaquetas del sistema, debiendo hacer el cambio de escena a vista del publico. Al día siguiente gracias a la colaboración de la sección maquinarias y a pesar de que no les correspondía, se pudo solucionar preventivamente con dos motores puntuales, hasta que la empresa tercerizada lo reparara, cosa que nunca hizo y que en la actualidad sigue funcionando de esa primitiva e improvisada manera.
Superada toda la parafernalia del estreno se nos prometió que el pago de esa prestación extraordinaria se abonaría el 15 de junio, pero comenzaron a sucederse los días y el dinero y todo lo prometido en materia de mejoras no se concretaba, por lo que se decidió en asamblea general, el uso de la facultad que tenemos los trabajadores, de emplear el uso de las asambleas permanentes. Cosa que las autoridades trataron de romper, interrumpir y cercenar y a la vez tomándose la facultad de levantar funciones en nombre de los trabajadores. El pago de 10 adeudado se produjo recién el 25 de junio, supongo que gracias a la justa presión que ejercimos algunos trabajadores.
Ante todos estos hechos comencé a notar que en el espectáculo que se avecinaba, el ballet “Manón” se desestimaba mi cargo y función, por lo cual inicio una nota por mesa de entradas, respetando la vía jerárquica, pidiendo explicaciones. Recibí como respuesta después de más de un mes, una carta documento en donde se me informaba de mi destitución del cargo, sin esgrimir motivo y a partir del 1º de julio. Lo planteé en el ámbito gremial, pero se lavaron las manos y se desentendieron, diciéndome que fuera a ver a un abogado, que seguro ganaría el caso. ¡Que vergüenza para un gremio! y que traidores a los derechos de un trabajador.
Como es lógico acudí a un letrado, el cual lleva la causa. No obstante ello, no se conformaron con “meterme la mano en el bolsillo”, cosa que es ilegal, no lo digo yo, sino el juez de la causa, el cual se expidió al respecto mediante una acción cautelar, que tuve que emprender y costear. Dándome la razón y obligándolos a restituirme el cargo y lo descontado. Pero hasta la actualidad, no me han devuelto mi dinero. Cabe destacar que es una función, que ejerzo, desde hace 18 años y que la tengo bien merecida o ganada, por decirlo de alguna forma cortés.
Pero fueron por más, el 1º de agosto, buscando que un servidor “pise el palito” como se diría en la jerga vulgar. Acontece, entonces, que pese a estar destituido injustamente y sin motivo, pretenden que me haga cargo, de una situación de falta de personal, en un ensayo al piano de la opera “Manón”. ¿Pero como?, Si mi persona, ya no era más “supervisor de la sección” a partir del 1º de julio, señores a que jugamos, que sean el responsables, los jefes de la sección, o en el peor de los casos, el utilero de primera categoría y de mayor antigüedad, como lo dicen las normas vigentes y que no era yo. Por tal motivo he sido suspendido dos días. Y aunque, hubiese estado aún en el cargo, se opero de acuerdo a la normativa vigente y a la orden semanal de trabajo, la cual decía, que ese día, habría ensayo de escena (al piano) de 16 a 19 hs y de 19 a 21 hs ensayo de luces (que según el responsable del área no lo haría hasta el martes venidero). O sea, que, como se venían realizando los ensayos, en la Sala Bicentenario con dos personas de utilería se atendía perfectamente. Dicho ensayo, a no ser que hubieren improvisado, sobre la marcha y no lo manifestaron en la orden de trabajo semanal, como corresponde, el día anterior. Por lo cual, al haber improvisado, tenían que haber capeado la situación de la forma prevista y con la gente dispuesta por la utilería.
No se conformaron con todo esto, el día 29 de diciembre y por carta certificada, estando en uso del periodo anual de vacaciones. Me comunican que tengo 30 días más de suspensión por haberme adherido a un paro de actividades, por reclamo salarial. Debiendo, primero, haber cortado el periodo anual de vacaciones o de lo contrario aguardar a que me reintegre, una vez agotados los días de licencia y recién ahí, notificarme y ejecutar dicha sanción.
De todos modoso es muy indigna, arbitraria y persecutoria esta sanción, por ser selectiva, siendo que el personal que efectuó el reclamo salarial, lo efectuó por medio del uso de una asamblea general resolutiva de todos los cuerpos y después de efectuado el cómputo de votos positivos (para demorar el espectáculo) y que eran más de un centenar de compañeros.
Hay muchísimas anomalías más para destacar, corno por ejemplo la conformación del directorio del Ente autárquico del Teatro Colón, el cual yace incompleto, por la falta de un director Obrero, como marco la ley, y el llamado a concurso publico abierto del director escenotecnico, según el articulo 14 y la disposición transitoria 5º que faculta al director general del ente, a nombrar provisoriamente por el plazo de dos años, hasta tanto surja el llamado a concurso, según el articulo 14, inciso g de la ley Nº 2,855 del Gobierno de la ciudad de Bs. As. Sancionada el 11/9/2008, plazo caduco y que irrisoriamente ocupa la Sra. Maria Cremonte (miembro de una de las secciones excluidas por el propio García Caffi, pero hija de un influyente del poder político y que revista en la planta permanente del Teatro Colón, cobrando, además, un contrato de $ 12.000 por mes, acción claramente prohibida dentro de las normas del gobierno de la ciudad de Bs. As.).
También puedo destacar que el que hoy oficia de director de recursos humanos, es quien, allá por la década del 80 fuese delegado gremial e hiciese que por una negativa, de este personaje; a un ofrecimiento monetario de las autoridades, lograse que nos cerraran el teatro durante la gestión Cecilio Madanes, además de ser declarado por la justicia como “acosador sexual” y esgrimir armas de fuego contra compañeros, en disidencia con él.
Como así también, son destacables, como obsecuentes y deleznables, aquellos personajes; hoy jefes, coordinadores y asesores que en su pasado “Non Santo” quieren en la actualidad, cercenar derechos adquiridos por los trabajadores, haciendo valer su cuestionable autoridad.
EI propio García Caffi no tiene memoria de su pasado, cuando por la década del 90, después de ser el “bombista” de los Zupay, empezó a hacer sus apariciones por el teatro Colón, dedicándose a traer orquestas extranjeras para la empresa musical Wagneriana (creo que en la actualidad disuelta) a modo de encargado y que cuando se le terminaba el horario de ensayo en la sala 9 de julio, nos rogaba a nosotros los utileros, unos minutos más de ensayo (bajo cuerdas), comprometiéndonos, ya que debíamos armar la sala de ensayo, para otros menesteres.
Podría entender al público asiduo y concurrente al teatro, de su malestar, cuando se suspende una función por estas causas. Pero tengan presentes que solo se lucha por la dignidad del trabajador, lo cual lo hace respetable y loable, dado que lo que pedimos es justicia social. No se olviden que ser trabajador de espectáculos públicos requiere de una elección de vida, gran vocación, profesionalismo y en muchos casos (como en el de los artísticos) de estudios y que a cambio entregamos nuestras familias para que funcione. Porque no olviden que cuando el grueso de la gente (sábados y domingos) el publico o el común de la gente se regocija y disfruta; el personal del teatro Colón, como muchos otros trabajadores de otros ámbitos están a su disposición para esos menesteres. En mi caso puedo decir que no disfrute de mi familia, por ser el lunes mi día franco. Entonces es justo y lógico un sueldo, a la altura de tal circunstancia, que compense dicha entrega.
Este desahogo, al margen de salir de mis vivencias, lo tendría que defender un gremio (hoy traidor y en connivencia con el ejecutivo) a cambio, ¿vaya uno a saber de que?. Pero, sobre seguro, no para lo que fueron creados.
Por eso, esto está dirigido a todo aquel que quiera oír un justo reclamo y en esto involucro tanto al público, compañeros, autoridades, políticos y demás personas que se crean con derechos y obligaciones. Ya que ni en los peores años de la dictadura militar, hemos sufrido actos de tal magnitud de autoritarismo y despropósito
De todo esto, a las claras, se desprende el tipo de política, que desean implementar para el teatro. Que no es más ni menos, que el de una sala de alquiler, con una sociedad anónima en su interior. Similar a lo que ocurre en el Teatro Municipal de Santiago de Chile.
La última tropelía que Caffi y Macri acaban de iniciar, es, aparte, de suspender por treinta días a ocho delegados del gremio ATE, la de demandar a los nueve por el sideral monto de $ 11.000.000 por las perdidas generadas, con la medida del reclamo salarial. Situación que generó que el director general levantara funciones. El desparpajo es tan grande, que Caffi no recuerda que él mismo, levantó la temporada del Ballet y que, aún así, con una temporada oficialmente levantada, tuvo el tupé, de que los técnicos tuviéramos que hacer el montaje y las luces, Debido a que vendieron esa puesta en escena, al teatro de la Opera de Chicago.
¿En que quedamos señor, se levantó o no la temporada de Ballet? Si es por la afirmativa, no correspondió trabajar para ello. Pero tuvo la suerte, gracias a la cobardía e ignorancia de muchos de los compañeros escenotécnicos, que se efectuase de todos modos. Enfrentamiento que lleva, desgraciadamente, a darle pie a esa famosa frase que dice: “Divide y reinarás”.
Tan maquiavélicos son, que creen darles de comer a quien ellos quieren. Me refiero puntualmente a otorgarles a elegidos (obsecuentes y sin códigos), lo que fue la realización de la sala nueva de conciertos y el nuevo telón de cierre de escena. Recuerdo, que esta prohibido facturarle, al gobierno de la ciudad, siendo empleado de él y aún menos en horario de trabajo. Solo se podría llevar a cabo, mediante el uso de horas extraordinarias, para el personal, que estuviese afectado a su confección.
Y para finalizar tengan en cuenta que este “cuatro de copas”, en su corazón lleva el “rey de oro”, que es la carta máxima del mazo de naipes español y que, además, prefiere “un día de león” a “cien de cordero”.
Muchas gracias a los lectores y a todo aquel que quiera hacerse “eco” de estos comentarios. Desde ya autorizo la publicación en medios y blogs de la Web.
Mario Sevilla
[recibido por correo electrónico]
 
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5 comentarios to “Carta abierta de un trabajador del Teatro Colón”

  1. @tilio® escribió

    Mario: Te pido autorización para publicar tu carta en mi blog y, por ende en los que lo postean. Me interesaría si me podés Hacer llegar (si te interesa) tus datos y currículum (de hecho, si publicaste acá, los que lo leen te conocen y lo tienen), pero quisiera poder certificar de alguna manera, que no es un invento mío.
    Un abrazo. @tilio® desde http://necodata.blogspot.com/
    Dirigir la autorización a esta dirección
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    • juan carlos escribió

      mario autoriza su publicacion gracias
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    • Mario Sevilla Serrano escribió

      Soy Mario Sevilla, mi numero de documento 11.369.285, soy empleado del gobierno de la Ciudad de Bs. As. FC nº 280.725, tengo 29 años de servicio en el area de utileria del Teatro Colón (mi foja de servicio era intachable hasta la llegada de Garcia Caffi “el monje negro”)
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